Historia de camellos
Dios nos dio pasiones y talentos para que vivamos la vida al máximo, con intensidad; pero si tenemos mentalidad de mínimo esfuerzo, vamos a quedarnos a mitad de camino de lo que pudimos haber sido y lo que pudimos haber logrado.
Aprendamos a ser como la mujer samaritana que, dando la milla extra, le dio de beber a los camellos en medio del desierto.
Seamos los mejores en todo lo que hacemos porque la diferencia entre un mediocre y un siervo de Dios, debe ser que este último no sólo haga lo que se espera de él, sino mucho más.