Dios Provee – El Llamado de Jeremías
Un modelo de Dios para la Esperanza.- En esta historia por medio del profeta Jeremías, Dios dio inusuales palabras de aliento que requerían el ejercicio de la fe en Dios de parte de los exiliados.
Hace más de 2500 años atrás, los judíos exiliados de Judá se ganaban la vida a duras penas en Babilonia. Sin duda, algunos recordaban cómo el rey Nabucodonosor había sitiado Jerusalén en el año 605 A.C. y se había llevado a algunos de los jóvenes más inteligentes de Judá al exilio. Luego, otras tropas babilónicas transportaron a más judíos desde Judá a Babilonia y destruyeron Jerusalén.
Dios causó estos hechos porque amaba tanto a Su pueblo que no quería abandonarlos en sus transgresiones. Se valió de sus penurias para disciplinarlos y enseñarles a que le obedecieran. Él sabía que sólo así el pueblo podía hallar una esperanza verdadera y una vida con propósito.
En Babilonia, los falsos profetas judíos profetizaban: “visiones engañosas, adivinaciones vanas y delirios de su propia imaginación” (Jeremías 14:14 NVI ) y evidentemente les decían a los exiliados que no sirvieran al rey de Babilonia ni a su pueblo.
Sin embargo, Dios tenía otros planes. Tal como se muestra en la película de esta sesión, por medio del profeta Jeremías, Dios dio inusuales palabras de aliento que requerían el ejercicio de la fe en Dios de parte de los exiliados; y también que hicieran algo sin precedentes para ellos en ese momento de la historia.
Jer 29:4 Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel, a todos los desterrados que envié al destierro de Jerusalén a Babilonia:
Jer 29:5 «Edificad casas y habitadlas, plantad huertos y comed su fruto.
Jer 29:6 «Tomad mujeres y engendrad hijos e hijas, tomad mujeres para vuestros hijos y dad vuestras hijas a maridos para que den a luz hijos e hijas, y multiplicaos allí y no disminuyáis.
Jer 29:7 «Y buscad el bienestar de la ciudad adonde os he desterrado, y rogad al SEÑOR por ella; porque en su bienestar tendréis bienestar.»
Jer 29:8 Porque así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: «No os engañen vuestros profetas que están en medio de vosotros, ni vuestros adivinos, ni escuchéis los sueños que sueñan.
Jer 29:9 «Porque os profetizan falsamente en mi nombre; no los he enviado»–declara el SEÑOR.
Jer 29:10 Pues así dice el SEÑOR: «Cuando se le hayan cumplido a Babilonia setenta años, yo os visitaré y cumpliré mi buena palabra de haceros volver a este lugar.
Jer 29:11 «Porque yo sé los planes que tengo para vosotros»–declara el SEÑOR– «planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza.
Jer 29:12 «Me invocaréis, y vendréis a rogarme, y yo os escucharé.
Jer 29:13 «Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.
Jer 29:14 «Me dejaré hallar de vosotros»–declara el SEÑOR– «y restauraré vuestro bienestar y os reuniré de todas las naciones y de todos los lugares adonde os expulsé»–declara el SEÑOR– «y os traeré de nuevo al lugar de donde os envié al destierro.»