En el libro del profeta Isaías podemos encontrar grandes bendiciones a nuestra vida como en todos los demás libros; pero especialmente en ese libro hemos encontrados muchas cosas que nos han servido desde el inicio de nuestro caminar en el ministerio apostólico, cuando encontramos el versículo que nos revela que el verdadero ayuno del Señor es que compartamos el pan con el hambriento; lo cual conforme ha pasado el tiempo Dios nos ha seguido revelando Su palabra y eso ha hecho que comprendamos la profundidad de esos versículos; porque el hecho de poder compartir el pan con el hambriento tiene muchos significados; quizá el principal sea que podamos compartir el pan físico; pero cuando Dios no reveló otra interpretación, encontramos que el pan, siendo figura de la palabra de Dios; el Señor nos pide que compartamos ese pan con el hambriento; tácitamente nos está pidiendo que llevemos Su palabra con aquellos que están necesitados de escuchar de Dios, porque por esa falta de palabra, muchos están muriendo en su espíritu.
En lo físico, cuando alguien ha estado padeciendo hambre por mucho tiempo y de pronto reciben un banquete, su cuerpo podría padecer alguna enfermedad digestiva porque después de haber padecido hambre; su cuerpo recibe un alimento muy fuerte y podría enfermarse y no asimilar para bien lo que comen. Lo mismo sucede en lo espiritual; cuando vemos en la Biblia que en determinado momento el Apóstol Pablo llevaba comida espiritual muy fuerte para un grupo de personas, pero cuando ve que aun están en problemas quizá muy sencillos, les cambia la dieta para que logren asimilar adecuadamente la palabra de Dios. Entonces lo que necesitamos es estar alimentando nuestra vida constantemente y buscar cada día más de Dios y El que es grande en misericordia sabrá la forma en que nos ministrará Su palabra.
Cuando el Señor Jesucristo le dice a sus discípulos que estaba partiendo el pan; ese pan es nuestro Señor y quien lo está compartiendo es el Padre; es Dios mismo poniendo en práctica lo escrito en el libro del profeta Isaías: partiendo en pan con el hambriento.
Isaías 58:6 BNC ¿Sabéis qué ayuno quiero yo? dice el Señor Yahvé: Romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo…»
Dios lo que estaba diciendo es que antes de romper el pan, tenía que haber una liberación porque si no somos libres, aunque podamos comer el pan, no alcanzaremos el beneficio que Dios ha dispuesto para nuestra vida. Antes de comer el pan, debemos ser liberados en el nombre de Jesús porque quizá sin que lo notemos, podríamos tener alguna atadura a situaciones que no podemos detectar; un ejemplo lo podemos ver con lo que dice el libro de Apocalipsis, cuando Dios le habla a una Iglesia que piensa que es rica, cuando su realidad es otra; en ese momento se le debería estar quitando la venda de los ojos y saber cuál es su realidad.
Isaías 58:7 LBLA ¿No es para que partas tu pan con el hambriento, y recibas en casa a los pobres sin hogar; para que cuando veas al desnudo lo cubras, y no te escondas de tu semejante?
¿Cuáles puede ser las ataduras?
Jueces 15:13 LBLA Ellos le respondieron: No, sino que te ataremos bien y te entregaremos en sus manos; ciertamente no te mataremos. Entonces lo ataron con dos sogas nuevas y lo sacaron de la peña.
La aplicación espiritual que podemos darle al versículo anterior es que en la propia familia pudieron habernos entregado a situaciones que aun a la fecha nos pueden tener atados a una amargura, porque ante situaciones de injusticia lo primero que brota en el alma es la manifestación de amargura. Lo maravilloso es que Dios envía Su Espíritu Santo para que seamos libres como lo hizo con Sansón:
Jueces 15:14-15 LBLA Al llegar él a Lehi, los filisteos salieron a su encuentro gritando. Y el Espíritu del SEÑOR vino sobre él con poder, y las sogas que estaban en sus brazos fueron como lino quemado con fuego y las ataduras cayeron de sus manos. Y halló una quijada de asno fresca aún, y extendiendo su mano, la tomó y mató a mil hombres con ella.
El Espíritu Santo quema las ataduras; por eso es imposible que alguien que haya buscado de todo corazón a Dios, que este en proceso de perfección; y siga amargado por las traiciones que le hayan hecho en el mundo o quizá la propia familia. Otra forma en la que podemos ser liberados es en medio del horno de fuego 7 veces calentado; podemos entrar en lo peor de los problemas, pero el fuego de la prueba puede quemar las ataduras, de tal manera que cuando comamos del pan, alcanzaremos el beneficio completo de la Santa Cena.
Jueces 16:7 LBLA Y Sansón le dijo: Si me atan con siete cuerdas frescas que no se hayan secado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
Después que Sansón fue traicionado por sus hermanos; es traicionado por su pareja. Hoy día existen muchas personas que llevan en su alma la marca de la traición que llevó a un divorcio, lo cual pudo haber amargado el alma del que fue traicionado. Pero existe una forma de romper con esa amargura: perdonando; aunque ese perdón no implica que tenga que estar junto a la persona que lo traicionó, simplemente debe perdonar de corazón y seguir avanzando en el nombre de Jesús.
Jueces 16:11 LBLA Y él le respondió: Si me atan fuertemente con sogas nuevas que no se hayan usado, me debilitaré y seré como cualquier otro hombre.
En este caso, el Espíritu Santo también ayudó a Sansón; pero ¿qué podría ser nuevo en ataduras?, porque aquí debemos comprender que solamente Dios puede proveernos de cosas nuevas; sin embargo la Iglesias del final de los tiempos, tienen cosas que son nuevas y que nunca estuvieron en el corazón del Señor Jesucristo, entre las muchas cosas nuevas vemos la modalidad de liderar la congregación porque en algunos lugares han dejado de ser pastores para convertirse en motivadores para una vida cristiana o vistos como un entrenador de cosas espirituales y aunque ellos crean que es una nueva forma de administrar la Iglesia, están equivocados porque la Biblia nos muestra que no hay nada nuevo bajo el sol.
Aunado a esto, están implementando lo que se conoce en el mundo como movimientos express, para que nadie se inquiete y sepa que pronto puede salir del culto a Dios; lo cual forma parte de las cuerdas nuevas que están atando a muchos hijos de Dios.
Necesitamos avanzar en nuestra preparación para que al momento en que suene el shofar de Dios, estemos desatados y dispuestos para salir de esta tierra y participar de las bodas del Cordero de Dios.