No significa que un día tienes novio y el otro te estás casando. Hay muchas cosas que superar durante una relación con el sexo opuesto. Involucra tener interés en conocerse como amigos, fomentar respeto y desear mantener una relación genuina. Para esto, tiene que pasar tiempo. En algunos será un tiempo corto, pero en otros, largo.
Cada pareja necesita su tiempo. Todos tenemos derecho a tener una relación con alguien. Tenemos el derecho de que alguien nos guste y nos enamoremos, pero eso no quiere decir que la persona que escojas sea la perfecta. ¿A qué me refiero? A que tú no puedes saber si va a ser una relación con éxito o no hasta que no empieces. Cuando yo vi a Cash, dije: “Qué guapo está; le voy a hablar”. Y allí empezó todo. Lo que está alrededor de nuestras vidas provoca que haya menos credibilidad en los noviazgos, y mucho menos en el compromiso del matrimonio. Los solteros no se esfuerzan en tomar tiempo para conocerse y respetarse. Me recuerdo que la moda cuando yo era más joven era que cuando te daban un beso, significaba que ya eran novios. Ahora no sé cuál es la moda, pero creo que es de suma importancia cuidarse y respetarse a uno mismo, sino puedes llegar a aceptar cualquier cosa y hacerte daño a ti mismo.
El cuerpo de uno vale por el valor que uno mismo le da. Tenemos 20 años de casados con el pastor Cash y puedo decir que lo amo más ahora que antes, ya que nos conocemos mucho más que antes. Cree que Dios te puede bendecir con una persona que te amará con amor genuino. Pero cuando lo encuentres, tienes que cuidar esa relación, pelear por lo que quieres y nutrirlo para que sea agradable y cómodo. Y para lograr esto, no se puede ser egoísta, ni tener orgullo. Se oye muy fácil, pero no lo es, y por eso es que el contraer matrimonio tiene mucho valor hoy en día.
La Biblia dice en Efesios 2:10: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas”.
Dios nos hizo a su imagen, por eso somos hechura suya. Tu físico te revela claramente qué eres. Si eres mujer, debes aprender a conocer en qué consiste la creación de una mujer. Pídele a Dios que te ayude a desarrollarte de esa forma. Y en Cristo Jesús, tu promesa es que aceptes las buenas obras de Dios para ti. Tu organismo está diseñado para tener hijos y edificar un hogar. Es algo tal vez muy cursi para mencionar, pero yo tuve que aprender a hacerlo, porque yo no creía en el matrimonio, mucho menos que el papel del hombre era uno diferente al de la mujer. El Señor me restauró y cambió mi forma de pensar. Dios lo dice en su Palabra, lo ha preparado de antemano para que vivas lo que te corresponde vivir. Y te recuerdo que son buenas obras. Así que esfuérzate y prepara tu corazón para recibir al hombre que será tu pareja.
Cuando decidimos la fecha para casarnos con Cash, tuvimos que hacer todos nuestros preparativos bastante rápido. Casualmente, mi abuelita, que vivía en ese tiempo, me regaló un juego de pirex. Mi hermana me heredó su refrigeradora; mi madre, una estufa; amigos de la iglesia nos obsequiaron arreglos florales para la boda; una señora nos horneó el pastel para 600 personas; de otra fuente, nos prestaron un carro antiguo; una familia preciosa y muy recordada, nos dio su chalet a la orilla del lago con todo y servidumbre para que pasáramos allí nuestra luna de miel y así otras bendiciones de Dios.
Mi esposo ha contado que él había preparado su traje para la boda, pero había que hacerle algunos cambios porque lo había usado para desfilar, y Dios le proveyó de un traje nuevo. Nuestras argollas de matrimonio fueron obsequiadas también y además, yo usé un vestido precioso que le tuve que hacer también algunos arreglos porque ya había sido usado por mi hermana. Lo más importante de todo era que estábamos haciendo un pacto con nuestro Dios y lo estábamos haciendo parte de nuestro matrimonio. Nuestro deseo fue amar a Dios con todo nuestro corazón y todas nuestras fuerzas. Esto ha sido parte de la base de nuestro matrimonio y estoy segura que si Dios tuvo misericordia con nosotros, también la tendrá contigo. Cree y esfuérzate porque el matrimonio sí es voluntad de Dios y El quiere bendecirte.
Pastora: Sonia Luna – www.CashLuna.org