Dante Gebel – El calendario de los tontos
El tiempo es un gran timador que nos hace creer que podemos hacer mañana lo que debimos haber hecho ayer y se nos va pasando la vida.
Y aunque tengamos toda la intención de enfocarnos en hacer lo que es importante, vamos postergando las cosas y al final del día nos damos cuenta que lo importante fue sacrificado en el altar de lo urgente, o que nuestra agenda del día se llenó con boberías.
Recordemos que Dios no bendice intenciones, sino hechos, obras, acciones; por eso es importante abrir puertas, ser proactivos y provocar que las cosas ocurran en nuestra vida.
No esperes a mañana para ser de bendición, para servir, para predicar, para diezmar, para honrar… hoy, ahora, este es el momento para seguir al Señor.