Cuando se oculta el sol
Todos quisiéramos vivir sin problemas y sin complicaciones; pero la adversidad es parte de la vida, no podemos evitarla.
En algún momento de nuestro andar, cuando las crisis vengan y el sol se oculte, se va a yuxtaponer nuestra fe con lo que nos toque vivir y, si nuestra fe no es fuerte, nos frustraremos y nos alejaremos del Señor.
Sin embargo es en esos momentos difíciles cuando debemos pelear, cuando debemos luchar y orar… aunque nuestras oraciones no tengan una respuesta inmediata del Señor.
Recordemos que entre la promesa y la paga siempre hay un desierto y que Su Gloria brilla más cuando se oculta el sol.