Luis Bravo – Dios Nos Llama A Perdonar

Siempre hemos oído hablar del dar y recibir, del sembrar en otras personas o en el reino de Dios, y casi siempre que hablamos de este tema lo asociamos con el dinero principalmente, sin embargo me impresiona mucho el pasaje de Lucas 6:38 donde leemos: “Dad, y se os dará: se os pondrá en el regazo una medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que midáis a otros, se os medirá a vosotros”.

Lo que más me impresiona es que al ver el contexto de este pasaje, vemos que no esta hablando de cosas materiales o de dinero, sino habla de la forma en la cual nosotros tratamos a los demás.

Si somos honestos con nosotros mismos, vemos que siempre estamos buscando ser tratados de la mejor manera por las demás personas y eso es normal, solo que fuéramos masoquistas no querríamos eso, nos gusta que tengan todas las atenciones y consideraciones con nosotros, pero lo malo es que muchas veces nosotros no actuamos de igual forma con las demás personas.

Muchas veces queremos que nos perdonen pero nosotros no podemos perdonar, queremos que nos comprendan, pero nosotros no podemos comprender, y muchas veces juzgamos muy duramente a las demás personas y no podemos ser misericordiosos con ellos.

Recordemos lo que Jesús dijo en Mateo 7: “No juzguéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá. ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu hermano: «Déjame sacarte la mota del ojo», cuando la viga está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás con claridad para sacar la mota del ojo de tu hermano».

Me llama mucho la atención además, que en la oración que Jesús enseño a sus discípulos en Mateo 6, dice: Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden, y en otra versión habla de soltar a nuestros deudores. Jesús enseño entonces, que para poder recibir nosotros el perdón de Dios, primero debíamos aprender a perdonar nosotros a aquellas personas que nos han hecho daño.

Cuantos hay que están atados a alguien por el rencor que guardan dentro de su corazón hacia esa persona.

Jesús también contó una parábola acerca de un hombre que debía mucho dinero, y al cual le perdonaron toda su deuda, a pesar de eso, el no pudo perdonar a otra persona que le debía mucho menos de lo que a el le habían perdonado, dice la Biblia que cuando la persona que le perdono la deuda supo lo que el había hecho con quien le debía a el, se enojo mucho que lo hecho a la cárcel, y le dijo que no saldría de allí hasta que no hubiera pagado hasta el ultimo centavo.

Cuantas veces nosotros estamos encarcelados en nuestra alma, pagando hasta el ultimo centavo de lo que debíamos porque no fuimos capaces de perdonar a otra persona que nos debía menos; y no hablo de dinero necesariamente sino de perdonar ofensas u otros. Y luego cuando nos encontramos en dificultades o la estamos pasando mal, hasta le reprochamos a Dios de nuestra desdicha cuando la causa de todo lo malo somos nosotros mismos, no dice la Biblia que “Toda buena dadiva y todo don perfecto proviene del padre de las luces”, entonces si estamos recibiendo mal no es por causa de Dios que sea malo o injusto con nosotros, es porque nosotros mismos estamos cosechando muchas veces lo que hemos sembrado, y fíjate bien en lo que dice, porque habla de medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Muchas veces lo que viene a nuestras vidas es muy fuerte, y nos preguntamos ¿Por qué?, pero aquí tenemos una respuesta.

Otro pasaje que me deja frió, es el de Apocalipsis 18:6 donde dice: “Pagadle tal como ella ha pagado, y devolvedle doble según sus obras; en la copa que ella ha preparado, preparad el doble para ella”, imagínate esa escena por un momento.

Por eso te hago estas preguntas: ¿Quieres que te den?, da, ¿Qué quieres que te den?, eso da tu, porque como dice Galatas 6:7: “No os engañéis, Dios no puede ser burlado; porque todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”.

Es tiempo que comiences a cosechar cosas buenas, pero para eso tu siembre debe ser buena.

Por ultimo te dejo con el resto del pasaje bíblico de Lucas 6:

6:27 Pero a vosotros los que oís, os digo: amad a vuestros enemigos; haced bien a los que os aborrecen;
6:28 bendecid a los que os maldicen; orad por los que os vituperan.
6:29 Al que te hiera en la mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, no le niegues tampoco la túnica.
6:30 A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames.
6:31 Y así como queréis que los hombres os hagan, haced con ellos de la misma manera.
6:32 Si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman.
6:33 Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
6:34 Si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a los pecadores para recibir de ellos la misma cantidad.
6:35 Antes bien, amad a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad no esperando nada a cambio, y vuestra recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo; porque El es bondadoso para con los ingratos y perversos.
6:36 Sed misericordiosos, así como vuestro Padre es misericordioso.
6:37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados.
6:38 Dad, y os será dado; medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo. Porque con la medida con que midáis, se os volverá a medir.

Jesucristo te Ama, sigue adelante.

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