Otoniel Font – Dios Quiere Que Tu Prosperes

Dios tiene la intención de prosperarte.

Salmo 35:27 “27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, Y digan siempre: Sea exaltado Jehová, Que ama la paz de su siervo.”

El Apóstol Juan oraba por la prosperidad de su pueblo.

3 Juan 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma.”

Otras versiones dice sobre todas las cosas La palabra correcta no es deseo sino oro.

La iglesia es prosperada y tu eres prosperado cuando damosa. Malaquias 3:10 “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde”.

La palabra todos implica toda la iglesia.

El establece que la bendición es sobre todos vosotros.

Provocamos aumente en la casa de Dios. Este es el propósito de diezmar y ofrendar, Aquellos que son administradores no tienen problemas con que halla abundancia en la casa de Dios.

Dios promete prosperarte cuando aprendemos a dar consistentemente.

Lucas 6:38 “38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”

Establece bien claro que no es Dios el que te va a dar sino la gente que el tiene destinada para bendecirte.

Este deseo en otros no es provocado hasta que nosotros entendemos que Dios te quiere prospero.

¿Por que esto es tan importante?

Una de las razones es que no nos sentimos mal cuando la gente nos bendice. Entendemos que es Dios quien ha puesto el deseo en ellos de prosperarnos.

Dios quiere que tú prosperes en abundancia, Dios le ha dado el poder a tus manos para producir y recibir las riquezas.

Deuteronomio 8:17-18 “y digas en tu corazón: Mi poder y la fuerza de mi mano me han traído esta riqueza. 18 Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día”i. En el verso 17 no establece el contexto basado el cual Dios quiere darnos el poder para hacer las riquezas.

Dios nos da la manera de prosperar ( invenciones ).

Dios nos da la manera de prosperar ( invenciones )a. Proverbios 8:12 “Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella. 12 Yo, la sabiduría, habito con la cordura, Y hallo la ciencia de los consejos.”

Dios nos enseña como tener aumento o ganancia.

Isaías 48:17 “17 Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: Yo soy Jehová Dios tuyo, que te enseña provechosamente, que te encamina por el camino que debes seguir. 18 !!Oh, si hubieras atendido a mis mandamientos! Fuera entonces tu paz como un río, y tu justicia como las ondas del mar”

Nuestras semillas son la manera divina de recibir las riquezas en nuestras manos.

Lucas 6:38 “37 No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados. 38 Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo; porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir.”

Las Leyes de la Prosperidad

2 Corintios 9:6 “Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.”

Hay dos cosas importantes para la leyes que gobiernan el principio de la siembre.

1. Primero es la cantidad que sembramos.

2. Segundo es la consistencia con que lo hacemos.

Si no aprendemos a caminar en estos principios comenzamos el proceso de siembra y cosecha en forma incorrecta.

No podemos ser controlados por las circunstancias naturales.

Eclesiastés 11:4 “4El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará”

No podemos confundir el principio de la siembra con las leyes de la inversión, Los inversionistas son los que miran los cambios en la economía para tomar sus decisiones basadas en esto, Ellos deciden invertir o no invertir de acuerdo a como todas las cosas estén funcionando.

Nosotros no tenemos el control de todas las circunstancias a nuestro alrededor pero si tenemos autoridad sobre nuestra semilla.

Si nos movemos por las circunstancias entonces no estamos caminando por fe.

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