¿Tu Dios pudo salvarte? – Natalia Nieto

¿Tu Dios pudo salvarte? – Natalia Nieto

Todos somos desafiados a creer más, a esperar más, a adorar más allá de lo que imaginamos. Deberíamos ver los “temporadas de dificultad” como un desafío; a veces cuando usamos la palabra: prueba o desierto, como que nos agotamos… pero, algunos autores nos presentan el concepto de “desafío” y que Dios usa estos para hacernos más fuertes.

Ahora, desde esta perspectiva, pensemos en aquello que actualmente estamos enfrentando y que identifiquemos ¿Qué aspectos de nuestro carácter se están poniendo a prueba en el desafío actual? Un Desafío es una situación difícil o peligrosa con la que alguien se enfrenta. Las situaciones complicadas y de difícil resolución son consideradas como desafíos.

En varios apartes de la historia de Daniel podemos aprender lo siguiente:
– Las pruebas que enfrentamos no necesariamente son consecuencias de malas decisiones o cosas malas que hemos cometido. Existen desafíos que llegan debido a la oposición del diablo por el testimonio y el servicio a Dios que hemos hecho… a veces porque estamos haciendo las cosas bien, por nuestra integridad y consagración a Dios es que enfrentamos persecución. | Daniel 6
– Dios usa los desafíos que enfrentamos para forjar en nosotros un carácter de guerra que todo hijo de Dios debe desarrollar
– Podemos estar en el foso, con leones, con la tapa de piedra y un sello, pero llegará el amanecer donde la roca será quitada y las personas nos verán y nos preguntarán: ¡oye! ¿Y tú Dios pudo salvarte de esto? El mismo infierno se va a asomar y te preguntará: ¿Sobreviviste al cáncer? ¿A la crisis de tu matrimonio? diremos ¡sí! Claro que sí, si mi Dios es el mismo que el de Daniel…es bueno, es fiel, ¡es mi fuerza…y mi protector! ¡Claro que me salvó y hoy soy más fuerte que nunca! | Daniel 6

Dios tiene unas promesas para nosotros:
– No existe un lugar de prueba que impida que Dios esté con nosotros y nos salve | Salmo 7:1
– Por encima de los leones siempre el león de Juda vence | Apocalipsis 5, Joel 3:16, Amos 1:2, 3:8

Entonces, entendamos los siguiente.
1) ¡Aguante hasta que salga del foso! ¡Pero aguante orando!
2) Despójese de la debilidad, pues lo que ahora necesita ahora es
fuerza y un espíritu guerrero.
3) Entienda que no está solo, Jesús, el león de Judá lo entiende y le dará victoria.

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