Enamoramiento – Marco Vinicio Martinez – Ministerios Ebenezer

Pastor: Marco Vinicio Martinez – Ministerios Ebenezer

Es un tiempo para que le abramos las puertas de nuestra casa al Señor Jesucristo, porque no hay nada más hermoso que Él entre a nuestros hogares; ya que además de ser esperanzador, nos conviene, porque si Él es Señor de nuestra casa, las cosas pueden cambiar puesto que le estaremos cediendo nuestra voluntad y el trono de nuestro hogar.

Las enfermedades de nuestra sociedad se miden a partir de los hogares, porque allí es donde las personas se potencializan y luego se proyectan hacia afuera, por eso es tan necesario que permitamos que El Señor edifique nuestra casa, porque de lo contrario, en vano estaremos trabajando en nuestra familia. Si El Señor edifica, eso nos permitirá vivir en paz porque una sociedad que puede aplicar este principio bíblico tendrá las repercusiones de la misericordia del Señor en sus vidas. No puede ser que siendo hijos del Señor y teniendo los principios de las escrituras; nuestras casas estén en decadencia, y eso no es culpa del Señor ni de Sus instrucciones, sino de nosotros que no hemos permitido que Él entre en nuestra casa.

enamoramientoSeremos grandemente bendecidos si tenemos una casa que le teme al Señor Jesucristo, y es necesario que se tome como un tema de interés nacional, porque de ahí se desprenderá el comportamiento de toda una sociedad.

En medio de la celebración de una boda, el ministro lanzó la pregunta: ¿saben cuál es el secreto del matrimonio para permanecer?, a esto se respondió así mismo: «el secreto es enamorarse una y otra vez, pero de la misma persona». Ese es un buen secreto y es extraordinario porque a veces el mismo enamoramiento se viene abajo por la rutina y los hijos que ocupan casi todo el tiempo, y por muchas circunstancias por la que atraviesa todo hogar. Lo conveniente será que analicemos: ¿estamos dispuestos a enamorarnos otra vez de nuestra esposa?, y no es que la hayamos perdido, sino que por diversas situaciones se perdió el interés entre la pareja, y eso se denota con el trato.

Recordemos que cuando estuvimos en el periodo del enamoramiento, es decir al principio de la amistad con nuestra esposa, seguramente anhelábamos verla constantemente como una consecuencia del enamoramiento que atravesábamos en ese momento; lamentablemente, después de un tiempo de matrimonio es una situación diferente.

Según investigaciones de la psicóloga norteamericana Dorothy Tennov, el enamoramiento desconecta en alguna medida la razón, por ese motivo durante ese período no vemos razones. Dios usó ese tiempo maravilloso que según dicen los psicólogos es de dos años, y después ese enamoramiento tiene que madurar y sostener la decisión tomada en el altar, pudiendo decidir si ya no queremos a la persona con quien estamos o nos enamoraremos constantemente de ella. Si el amor se nos enfrió y el termómetro bajo, difícilmente le entregaremos nuestra vida a nuestra esposa; si baja el amor estamos en riesgo, y si nuestros hijos es la razón de la unión matrimonial, es un gran peligro. Jacob se enamoró de Raquel y le dijo a su suegro que le serviría por siete años, seguramente ese corazón rebozaba de amor, esa es precisamente la disposición que debemos tener de enamorarnos de nuestra esposa, debiendo hallar en ella la benevolencia de Jehová.

Dios quiere que bendigamos a nuestra esposa constátenme y avivar el amor que un día unió la pareja para glorificar Su Santo Nombre.

Según el Diccionario de cometarios Siglo XXI, la palabra hebrea «shalom», la cual es un concepto bíblico de amplio alcance que no significa únicamente ausencia de guerra, sino generalmente aparece en momentos claves de La Biblia y en medio de situaciones específicas; esa palabra aparece por primera vez en cuando se refiere a Melquisedec y también al final en Libro de Apocalipsis. El concepto de paz está empleado en diferentes situaciones, y significa: felicidad, integridad, plenitud, bienestar, salud, pero concentrándonos en el concepto más cercano a nosotros posiblemente sea la felicidad. La bendición sacerdotal del libro de Números 6:24 termina diciendo: «que Dios ponga en ti paz» en otras palabras: «que Dios nos haga felices», lo interesante de esto es que en Israel éste es un saludo hasta hoy día en ese pueblo.

Dios amonestó terriblemente a Su pueblo, según relata el Libro de Jeremías donde dice: «…sus profetas dicen paz, paz y no hay paz…», lo asombros es que Dios se indignó y lo expresó dos veces en este libro, amonestando fuertemente, lo asombros es que usó una expresión repetida; si analizamos esto notaremos que en el Libro de Isaías dice:»…tú guardarás en completa paz…».

Isaías 26:3 BTX2 Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, Porque en ti ha confiado.

Cuando vamos al hebreo dice: «paz, paz» y cuando vamos a las traducciones dice: «completa paz» porque fue dicha doblemente. En el Salmo 27 hace referencia a lo macro que es la ciudad, y el Salmo 128 a lo macro que es Israel cuando dice: «paz sea sobre Israel «, con esto Dios nos quiere decir que el quiere que haya paz en la ciudad y en nuestro país. Jerusalén significa ciudad de doble paz, como mostrándonos que Él quiere que seamos completamente felices, y yendo a lo específico como es la casa, Dios quiere que cuando entremos a una casa digamos paz sobre esta casa, y si hay hijos de paz, la paz reposará sobre esa casa.

En el Libro de Jeremías dice: «…orad por la paz de la ciudad» porque dentro de esta paz estaremos nosotros. Cuando después del huerto del Edén nos posicionamos en el huerto que refriere el Libro del Cantar de los Cantares, nos encontramos con los nombres de Salomón y la Sulamita, y la unión de estos dos nombres significan: «paz doblemente»; entonces nosotros como cónyuges aportamos de nuestra felicidad para el hogar, es decir, corresponde aportar una porción de paz a cada uno de los cónyuges en el hogar, y esa felicidad tiene que ver con enamorarnos una y otra vez, pero de la persona con la que Dios nos ha bendecido.

parejaDebemos procurar la paz y el bienestar de nuestra esposa; aportar los dos juntos para hacer una sinergia y que en nuestra casa haya una doble paz, porque sin duda alguna Dios quiere que nuestra copa este rebosando, no para que se derrame sino para que llegue hasta nuestro cónyuge e hijos. Una buena herencia para nuestros hijos es que vean en nosotros un matrimonio exitoso después del tiempo, porque eso les garantizará en gran medida una vida en matrimonio también exitosa.

Existe complementariedad y equidad que tenemos que lograr, esto se relaciona con la epignosis de la que en su momento hemos estudiado, pero orientado hacia nuestro cónyuge, y precisamente parte de ese enamoramiento es aprender a conocerlo. Es importante el conocimiento profundo entre los cónyuges, y eso se hace necesario porque en el Libro de Génesis capitulo 2, versículo 7 dice: nosotros los varones fuimos hechos del polvo, y luego en el versículo 21 dice que la mujer fue hecha de la costilla, entonces vemos que son dos orígenes y naturalezas distintas que a veces chocan, y que aunque Adán dijo: es carne de mi carne y huesos de mis huesos, somos diferentes.

Génesis 2:7 LBLA Entonces el SEÑOR Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz el aliento de vida; y fue el hombre un ser viviente.

Génesis 2:21 LBLA Entonces el SEÑOR Dios hizo caer un sueño profundo sobre el hombre, y éste se durmió; y Dios tomó una de sus costillas, y cerró la carne en ese lugar.

Según estudios científicos han dicho que existen diferencias entre el cerebro del hombre y el cerebro de la mujer, por ejemplo: la mujer recuerda con una precisión extraordinaria eventos y fechas exactas, y a los hombres a veces se nos olvida ese tipo de aspectos. El cerebro está dividido en dos hemisferios, la mujer tiene más grande el izquierdo donde se concentra el habla, el lenguaje y la escritura, a eso puede deberse que se dice que las niñas desarrollan el habla antes que los niños; por el contrario, el lóbulo derecho es la parte del cerebro que tiene desarrollado el hombre, donde se localiza la percepción, el desarrollo espacial, capacidad musical, creatividad, imaginación, análisis matemático y parte lógica; por eso es que los cónyuges nos complementamos uno con el otro.

Los estudios dicen que el hombre focaliza la actividad cerebral en algunos de los hemisferios, es decir, los usa en forma separada; a diferencia de la mujer que usa ambos hemisferios simultáneamente, es decir son multitareas, y los hombres solo podemos usar un hemisferio a la vez, pudiendo realizar sólo una tarea a la vez. Por eso es importante conocer qué es lo que sucede con nuestra pareja para entender su comportamiento, eso no significa que sea uno mejor que otro, sino que así es la naturaleza que El Señor puso en cada uno.

Continua diciendo el estudio que la mujer por causa de la amígdala cerebral es muy emocional, y es capaz de explicar con detalle y sin dificultad sus emociones; mientras que los varones tenemos cierta dificultad en manejar las emociones, porque las reprimimos y a veces somos personas de pocas palabras para explicar determinadas situaciones. Los hombres somos más racionales y las mujeres son más afectivas. La mujer cuando habla no solo expresa pensamientos, sino expresa también emociones y sentimientos. Por eso vemos que en el tema de la comunicación, el hombre habla trasladando ideas y pensamientos concretos y ordenados; en un estudio realizado por el psicólogo mexicano Josué Amaya dice que el hombre es práctico y dice lo que tiene que decir, es práctico analítico y estructurado. El hombre habla 3,000 palabras al día, mientras que la mujer por comunicar sentimientos y emociones, habla 8,000 palabras al día. Un hombre en silencio quiere decir que está tranquilo, mientras que una mujer callada es porque se está molesta, la mujer libera su estrés hablando.

La mujer por la combinación de sus hemisferios es más enfática, logra comprender más los sentimientos de las demás personas, por eso cuando nuestros hijos hacen algo malo nuestra esposa abogan por ellos porque los comprenden, en cambio los hombres somos más cortos en ese sentido porque somos más deductivos.

Durante el enamoramiento, la mujer se enamora por el lóbulo parietal y temporal, y el hombre por el lóbulo occipital, esto es bíblico; la mujer necesita ser conquistada y una de las funciones del lóbulo parietal y temporal es la percepción auditiva, por ejemplo: la serpiente trabajó a Eva por medio del oído porque seguramente sabía el proceso para el convencimiento dentro de una mujer.

En el hombre la función del lóbulo es la percepción visual. La mujer tiene una vista periférica y los hombres tenemos visión de túnel, enfocamos en forma directa nuestro propósito o meta; por eso es que El Señor le habló a los discípulos varones y les dijo: «…habéis oído, no cometeréis adulterio, pero yo les digo que cualquiera que mire a una mujer…», es decir que el adulterio aplica más a los hombres. Vemos que cuando una mujer se acerca al hombre, él enfoca y por la condición visual de la mujer, lo logra percibir.

Las mujeres sellan las fechas y las relacionan con acontecimientos, por eso los registran en el cerebro. Los hombres por ser más fríos y poco emocionales no las recordamos tan fácilmente.

Las mujeres tienen problemas de mando, y los hombres somos más matemáticos; a las mujeres les podemos regalar una docena de rosas y causa el mismo efecto que si le regaláramos una sola, porque lo que ven es el detalle; en otras palabras, nos corresponde ser mas detallistas con nuestra esposa y a ellas les corresponde ser más comprensivas y tener paciencia a nuestra forma práctica de ver las cosas.

Que El Señor Jesucristo permita comprendernos con paciencia y esforzarnos para entendernos y que podamos llegar siendo un matrimonio bendecido y como consecuencia exitoso en Dios.

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