Quiero terminar esa relación, pero no me atrevo – Alejandra Stamateas
Podemos aplicarlo a relaciones de pareja, pero tambien a cualquier tipo de relación que te esta enfermando o haciendo daño, pero no sabes como hacerlo.
En toda relación interpersonal, debemos siempre tener las expectativas correctas. Es necesario entender entender que somos pecadores y que de una forma u otra las personas no van a llenar por completo nuestras necesidades emocionales, porque eso solo lo llena Dios.
Ahora bien, una relación no debe ser tortuosa. ¿Está tu relación caracterizada por problemas continuos? ¿Trae continuamente a tu vida dolor en vez de gozo? ¿Está tu relación de alguna manera alejándote de Dios? Si entiendes que la balanza se ha inclinado más para el lado negativo, entonces es tiempo de evaluar seriamente tu relación.
Toma una decisión.
No es sano que por tu indecisión, dudas o miedo le hagas perder el tiempo al otro y también pierdas el tuyo. Entre más rápido tomes la decisión, menos ataduras emocionales vas a crear con esa persona y con los que lo rodean. La separación de personas que han permanecido juntas por largo tiempo es muy dolorosa, además de que el tiempo, el cariño y la costumbre son factores que incrementan mi ceguera a la hora de evaluar la situación.
Busca el reino de Dios y su justicia y lo demás, vendrá por añadidura (Mt. 6:33).
Recuerda que nuestra satisfacción final está en Cristo y en nadie más: una relación no es lo que nos hace estar completos, y menos si es una relación que no es de Su agrado.
No hagas nada por egoísmo ni por vanagloria (Fil 2:3).
No hagas nada motivado por el miedo al qué dirán o a quedarte solo o sola. Aquel que sostiene el universo con la Palabra de su poder (He. 1:3), ¿no crees que es poderoso para traer a tu vida aquello que genuinamente necesites?
Amós 3:3-4 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
3 ¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?
4 ¿Rugirá el león en la selva sin haber presa? ¿Dará el leoncillo su rugido desde su guarida, si no apresare?