Visita especial al Muro de los Lamentos en Jerusalén
El Muro de las Lamentaciones o Muro Occidental es el único resto del Segundo Templo de Jerusalén que permanece en pie (516 a.C.-70 d.C.) Completado por Herodes el Grande, este templo fue un lugar sagrado para el judaísmo hace dos mil años, y sus vestigios continúan siéndolo hoy en día.
En el año 70 d.C. las tropas romanas de Tito entraron en Jerusalén, destruyeron el templo y redujeron la cuidad a escombros. Fue un momento que marcó un antes y un después en la historia de Jerusalén. Aunque la idea de Tito era dejar en pie el muro occidental para recordar la victoria de Roma sobre Judea, los judíos lo atribuyeron a la promesa de Dios de proteger una parte del templo que simbolizara su alianza con el pueblo.
La entrada a la plaza y al Muro de las Lamentaciones está permitida para cualquier persona de cualquier religión. Siendo respetuosos en todo momento con los judíos que acuden allí a rezar, no tendréis problemas en mezclaros con le gentío, acercaros la muro e incluso grabar y hacer fotos a discreción.
De acuerdo con la historia, el muro fue dejado en pie para recordar a los judíos su derrota ante los romanos, de ahí el nombre de Muro de las Lamentaciones. Sin embargo, los judíos lo ven como la promesa de que siempre quedará en pie algo de su templo sagrado.
